Logró aliviar el calendario de vencimientos de los próximos siete meses con una conversión de letras y un bono en moneda local por cuatro títulos atados a la inflación que vencerán entre 2021 y 2024. Superó el número estimado por Martín Guzmán
En medio de la debacle de los mercados globales y con un riesgo país que no detiene su alza por encima de los 4.000 puntos básicos, el Gobierno logró ayer postergar vencimientos de deuda de corto plazo en moneda local por $257.376 millones través de un exitoso canje que contó con una amplia adhesión de algunos de los grandes fondos del inversión que serán protagonistas de la reestructuración de pasivos con jurisdicción extranjera.
El Ministerio de Economía informó que recibió un total de 673 órdenes para la conversión de un total de $257.376 millones que, medido a valor técnico, es decir, el valor nominal más los intereses acumulados, alcanza los $310.848 millones. El número superó incluso el número adelantado el miércoles por el ministro Martín Guzmán, que en diálogo con Reuters dijo que esperaba captar unos $200.000 millones.
Como contraparte, emitió nuevos instrumentos atados a la inflación a entre uno y cuatro años por $304.689 millones.
Fue la mayor operación de deuda del actual Gobierno. Con ella, logró aliviar los vencimientos de letras y un bono en moneda local de los próximos meses. El menú de instrumentos con los que se podía suscribir totalizaba $497.400 millones en circulación. Así, el canje propuesto logró una adhesión de alrededor del 51,7%.
“Es un espaldarazo de los inversores al Gobierno al canjear esta cantidad. En este caso, el porcentaje no es tan importante porque lo que hizo Economía fue lanzar un canje de casi todos los instrumentos en pesos en el que podían entrar todos los que querían. El éxito tiene más que ver con el monto”, enfatizó Santiago López Alfaro, socio de Delphos.
Adrián Yarde Buller, economista jefe del Grupo SBS, sostuvo: “Buen resultado del canje, con la participación arriba del 50% e interesante aporte de tenedores extranjeros”.
Es que dos peces gordos de Wall Street tenían en sus manos un gran volumen de los papeles en cuestión. Se trata de Pimco y Templeton, que también son dos de los mayores acreedores de la deuda soberana en dólares que el Ejecutivo busca reestructurar y serán claves a la hora de arribar o no a un acuerdo.
“Fue importante el diálogo con los fondos del exterior, que ingresaron cerca de $100.000 millones, y la seducción a través de bonos atados a la inflación que ellos les gustan. Y la realidad es que con un contado con liqui a $90 están más para quedarse que para irse porque muchos entraron con un dólar a $18”, planteó López Alfaro, quien también destacó el rol del DNU 193 que permitió canjear instrumentos a valor técnico e hizo que los acreedores institucionales puedan entrar sin perder valor nominal.
Así, el Tesoro logró postergar $188.106 millones de las Lecap reperfiladas durante la gestión de Hernán Lacunza, $40.456 millones de las Lebad y $4.956 en la Letra a Descuento emitidas por este Gobierno y $23.859 millones del Botapo.
Como resultado, Finanzas emitirá $120.752 millones en Boncer 2021, $67.007 millones en Boncer 2022, $62.503 millones en Boncer 2023 y $54.427 millones en Boncer 2024.